En el décimo asalto, Paladino recibe por parte de Gottifredi dos tremendos golpes y al caer pegó con su cabeza en el borde del ring, y falleció en la mañana del día siguiente. En el rincón del pampeano se encontraba el técnico Ademar "Chito" Teves, quien no se despegó ni un instante del boxeador.
"Lo que pasó esa noche fue tremendo, mejor no recordarlo. Fue lo más triste que me pasó como entrenador, lo más triste que viví en el boxeo", comenta Teves con su voz entrecortada, mientras trata de evitar las lágrimas.