Juan Domingo Perón, Carlos Aloé, el jefe y subjefe de la Policía Federal y el señor Renzi en un match de boxeo
Peron gestiono por vía diplomática la pelea de Pscaul Perez y el Japonés Yoshio Shirai en Japón.se llevo a cabo un 26 de Noviembre en el Estadio Korakuen de Tokio. Fue a 15 rounds, como era norma en las peleas por títulos mundiales en aquel entonces. El argentino venció al japonés por puntos, en decisión unánime, luego de haberlo derribado en el segundo y nuevamente en el doceavo round. La pelea trascendió al tiempo y el pequeño gigante con 1,52m se convirtió en el boxeador más pequeño en ganar un título mosca. Pascual Pérez, simpatizante del radicalismo, dedicó el triunfo al presidente Perón, irónicamente, desde el ring y por la radio cerrando su dedicatoria con la frase: "¡Cumplí, mi General! "
Y quien no recuerda esa celebre frase “…dos potencias se saludan General”, le dijo desparpaja mente a Perón, a Perón le brotó una sonrisa espontanea, y le tendió esa manaza que también parecía de un boxeador, era el encanto de las noches del Luna, Gatica y Perón, Perón y Gatica.
Tanto El general amaba este deporte que se lo podia ver en grandes veladas por el titulo o no acompañado de Maria Eva Duarte
Se podria decir que Argentina era la meca sudamericana a nivel deportivo.ntre 1946 y 1955, acompañados por grandes inversiones hacia nuestros deportistas que, una vez desterrado el Peronismo, pagarían las consecuencias.
Nuestro país recibía eventos de envergadura: la mítica carrera Buenos Aires-Caracas en 1948, el Campeonato Mundial en Tiro de 1949, el Mundial de Básquet en 1950 y los primeros Juegos Panamericanos de 1951, entre los suceso más importantes. A su vez, la infraestructura seguía creciendo: se inauguraba el Tomas Ducó, estadio de Huracán, en noviembre de 1949, el Juan Domingo Perón, cancha de Racing, en septiembre de 1950 y el “Autódromo 17 de octubre”, rebautizado como Juan y Oscar Gálvez, el 9 de marzo de 1952.uan Manuel Fangio y Pascual Pérez, primer campeón argentino de boxeo en la historia peso mosca y campeón olímpico en Londres 1948, resultaron dos hijos pródigos para el Peronismo. El primero, con el apoyo monetario del gobierno de Juan Perón, viajó a Europa, y en 1949, con 37 años, logró éxitos regulares en el circuito europeo con siete triunfos. Luego ganaría los campeonatos de 1951, 1954, 1955, 1956 y 1957, con cuatro escuderías diferentes.“Perón apoya al deporte”. Ese era el slogan propuesto desde la Presidencia de la Nación para su total desarrollo. Muestra de ello fueron los Juegos Panamericanos de 1951, en Buenos Aires, primeros que se realizaban en el país. En principio, dichos Juegos se iban a llevar a cabo en 1942, pero el involucramiento de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial obligó al Gobierno argentino a posponerlos.
La organización de estos Juegos Panamericanos contó con la colaboración de importantes deportistas, como el atleta Delfo Cabrera (abanderado de la delegación argentina en el acto inaugural), el maratonista Juan Carlos Zabala (medallista en Los Ángeles 1932), y los boxeadores Pascual Pérez (oro en Londres 1948), Oscar Casanovas (oro en Berlín 1936) yCarmelo Robledo (oro en Los Ángeles 1932).
Argentina finalizó primero en el medallero, con 154 medallas (68 oros, 47 platas y 39 preseas de bronce), superando ampliamente a Estados Unidos, que logró 98. Pero más allá del primer puesto obtenido, se destacó la actuación de Cabrera, campeón de la maratón de atletismo en el estadio de River.
Aplaudido, ovacionado y aclamado por todo el público local, Delfo ya había conseguido el oro olímpico tres años antes en Wimbledon. Sin embargo, Argentina también consiguió otras seis medallas de oro en la misma disciplina: las de Ricardo Bralo, Sixto Ibañez, Ricardo Heber,Emilio Ortiz y dos para Ingeborg Mello de Preiss.
La relación entre Juan Domingo Perón y Delfo Cabrera fue más allá de la competencia:finalizados los Juegos Olímpicos, el presidente ofreció al atleta una casa y un pasaje preferencial para volver a la Argentina, algo que Cabrera rechazó para no sentirse un privilegiado entre sus compañeros. Finalmente, Delfo, bombero de profesión, fue nombrado cabo de honor en la policía.