En 1950, un joven se acercó a un club en Johannesburgo,
capital de Sudáfrica, para comenzar a practicar boxeo. Años más tarde, su
nombre daría la vuelta al mundo y se convertiría en un luchador contra el
Apartheid y la defensa de los derechos humanos, por lo que pasó 27 años en la
cárcel, hasta erigirse como una figura de la libertad dentro y fuera de su
país.
Nelson Mandela comenta en su autobiografía Long Walk To
Freedom que en los años más críticos de su lucha contra el gobierno de su país,
se le restringió el tránsito dentro del territorio nacional y fue confinado a
quedarse en Johannesburgo. Fue entonces que se unió a un club donde practicaba
el pugilismo.
Mandela recuerda que el Donaldson Orlando Community Centre
estaba mal equipado para boxear: "no teníamos ring y entrenábamos sobre
cemento, lo cual era particularmente peligroso cuando un boxeador era noqueado.
Sólo teníamos un costal y unos cuantos pares de guantes. No teníamos medicina
ni peras fijas, tampoco calzoncillos ni zapatillas adecuadas y tampoco
protectores bucal".
Madiba recuerda que cuando era bachiller, practicaba el
boxeo, pero fue hasta que llegó a la capital de Sudáfrica que tomó en serio el
deporte, aunque "no era un destacado boxeador. Yo estaba en la división de
los pesos pesados y no tenía el suficiente poder para compensar mi falta de
velocidad ni la velocidad para compensar mi falta de poder".
Mandela entrena con Jerry Moloi (Especial)
¿Pero qué llevó a un hombre que pugnaba por la lucha civil
pacífica, seguidor de Mahatma Gandhi, a meterse a un deporte donde se expone la
vida? "No me gusta la violencia del boxeo tanto como la ciencia que
guarda. Estaba intrigado por cómo se mueve el cuerpo para protegerse a sí
mismo, cómo se utiliza una estrategia tanto para atacar y retirarse, cómo toma
ritmo en una pelea".
Para Mandela, el pugilismo no era simplemente un deporte, se
convirtió en una reflexión sobre la vida misma y la búsqueda del ser humano por
ser mejor. "El boxeo es igualitario. En el ring, rango, edad, color, y
riqueza son irrelevantes. Cuando estás dando vueltas a tu oponente, sondeando
sus puntos fuertes y débiles, no estás pensando en su color o estatus
social".
Recordaba que la discriminación estaba en todas partes,
incluso en el deporte. Los atletas blancos tenían instalaciones de primera. Los
negros, sufrían para conseguir espacios donde entrenar. "A diferencia de
los pugilistas blancos, los africanos tenían trabajos de tiempo completo".
A pesar de las adversidades, varios de sus compañeros de cuadrilla llegaron a
ser grandes campeones nacionales.
El ex presidente veía en el boxeo la igualdad que en las calles
se negaba. Sobre el ring todos son iguales, sólo la táctica y técnica hacen la
diferencia, pero cuando todo acaba y llega el saludo fraterno, el
reconocimiento hace de este deporte una actividad más humana. Mandela
practicaba el boxeo para liberar el estrés y la tensión, pero también para
reflexionar sobre la comunidad.
EL BOXEO, UN DEPORTE QUE LO PERSIGUE
1.- Con los años, ese pacifista galardonado con el Premio
Nobel de la Paz
ha sido reconocido en todo el mundo y el pasado 1 de abril de 2013 lo hizo el
Consejo Mundial de Boxeo (CMB), que lo nombró Rey de la Igualdad Humana.
2.- A finales del mes de mayo, se presentó una estatua de
Mandela en la que aparece practicando el deporte de las bofetadas. La obra de
Marco Cianfanelli, llamada Shadow Boxing, fue creada a partir de la fotografía
que Robert Gosani le tomó a Madiba y al boxeador profesional Jerry Moloi, en
1950.
La efigie está situada entre el Chancellor House, donde
Mandela tuvo su bufete de abogados junto con su compañero de lucha Oliver Tambo,
y el Tribunal de la
Magistratura, uno de los símbolos arquitectónicos del
Apartheid.
3.- Nelson Mandela se ha reunido algunas veces con Muhammad
Alí, considerado como el pugilista más grande del mundo. Una de ellas fue en
1990 en Los Ángeles, California, con dos personas alcanzadas por la edad pero
con buen semblante.
Otra fue capturada el 21 de junio de 2003 en Dublín,
Irlanda, tal vez la más emotiva, pues dos hombres de grandes glorias se
mostraban en decadencia. En esa ocasión, Mandela y Alí lanzaron sus mejores
golpes al mentón.
EL BOXEO HUMANIZA
Nelson Mandela es uno de los personajes más importantes del
siglo veinte. Su pacifismo consiguió mejorar la relación entre blancos y negros
en Sudáfrica, y se convirtió en una antorcha de libertad para toda África.
Odiaba la violencia, pero encontró en el boxeo la metáfora
perfecta de la igualdad. Nadie podrá decir que el pugilismo es una actividad
deshumanizada, cuando ha inspirado a progresistas ha pelear por los derechos
humanos y la evolución del espíritu.
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