Frases del dia

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miércoles, 17 de septiembre de 2014

Mike Pérez el Olimpo Cubano



El Boxeo Cubano está viviendo lo que tal vez podría ser su mejor momento en la historia del pugilismo. Guardando toda proporción entre esta generación y las anteriores que en su momento grabaron su nombre en letras de oro, la mayoría de los peleadores antillanos de la actualidad se baten de tú a tú con la crema de la crema del boxeo mundial y lo que llama más la atención es que el número es mucho mayor al de cualquier otra surgida tras el triunfo de la Revolución Cubana en 1959.





Con un número de seis campeones mundiales reinando de manera simultánea, este grupo de boxeadores se fue gestando a partir de la deserción de los juegos olímpicos de Atenas en 2004 del naturalizado alemán Yoan Pablo Hernández y tomaría forma en 2006 con el debut en Alemania de los medallistas de oro de la citada justa olímpica Yuriorkis Gamboa, Yan Barthelemy y Odlanier Solís.


Además de los antes mencionados, el conjunto de pugilistas cubanos, que cada vez ve añadirse a más connacionales entre sus filas, está compuesto por los ex olímpicos Guillermo Rigondeaux, Luis Franco, Yoandris Despaigne, Yordenis Ugás y Yudel Johnson; sin olvidar a los no menos importantes Erislandy Lara, Angelo Santana, Mike Pérez, Alexei Collado, Luis García, Yunier Dorticos, Inocente Fiz, Yoandris Salinas, Yunieski González, Rancés Barthelemy, Richard Abril y Luis Ortiz.


Un tercio de los enlistados ya recibieron la oportunidad de contender por un título del mundo y solo dos se han quedado en el intento. Otros más siguen avanzando en los rankings con muchas oportunidades de llegar a esas circunstancias, entre los que se encuentra el peso completo Mike Pérez, quien pelea este sábado 18 de enero en Montreal, Canadá, contra el camerunés Carlos Takam.


Durante las primeras décadas del siglo pasado, un grupo similar de peleadores que llegó al Oeste de Estados Unidos importado directamente de las islas Filipinas y que en un principio era conocido como "La Flota Mosquito", le añadió mucha fuerza a un territorio que con el paso de los años terminaría desplazando a la zona conformada por los Estados de Nueva York y Pensilvania como la más importante para el boxeo.


En los años 20's, bajo el cobijo del promotor estadounidense Frank Churchill, un diminuto jovencito procedente de Filipinas conquistó los corazones de los fanáticos norteamericanos gracias a su arrojo y pundonor, inspirando así a una generación que en 1923 celebró en él a su primer campeón del mundo en un deporte que hasta 1909 era totalmente desconocido en el archipiélago filipino y que dos años atrás era ilegal.


Fue exactamente el 18 de Julio de 1923 en el Polo Grounds de Nueva York, cuando más de 40 mil almas quedaron cautivadas por la demostración de bravura de Pancho Villa, quien le propinó una golpiza por siete rounds al entonces campeón mundial mosca el galés Jimmy Wilde.


La ovación de los aficionados presentes se extendió por cinco minutos, durante los cuales todos se mantuvieron de pie. El nocaut que a comienzos del séptimo round puso a Wilde de forma horizontal en la lona y que se derivó de un gancho de izquierda y un cruzado de derecha que dieron justo en la quijada del campeón, culminaron un trabajo de demolición que quedó plasmado en los anales de la historia.


Pancho Villa se convirtió en héroe nacional en Filipinas y jamás perdería el título mundial en el ring. Murió en San Francisco un 14 de junio de 1925, producto de una infección en la boca que no quiso tratarse y que se extendió hasta la garganta.


El duelo por la muerte de Villa no impidió que otros tagalos como Pete Sarmiento, Speedy Dado e Ignacio Fernández, continuaran cosechando victorias en el lado Oeste de los Estados Unidos.


Poco a poco en plazas de California como Sacramento, Los Ángeles y San Francisco, los pugilistas filipinos fueron ganando cartel hasta apoderarse de los combates estelares. Y una vez consolidados, se hizo común verlos triunfar en pleitos ante ex campeones del mundo y figuras de diferentes partes de Norteamérica, sobre todo Latinos.


Entrando el año de 1932 en el Olympic Auditorium de Los Ángeles, el campeón mundial de peso gallo "Panamá" Al Brown fue recibido en una pelea fuera de título por el singular Speedy Dado, quien a base de veloces ráfagas le propinó una dolorosa derrota. A Brown no le quedaron ganas de volver a California ni de darle la revancha, a pesar de que se le hizo una oferta formal de $ 20 mil dólares -una muy buena bolsa en esa época- para que expusiera su título ante el tagalo.


Tras habérsele negado la oportunidad, Speedy Dado consiguió resonantes victorias sobre Alberto "Baby" Arizmendi, Rodolfo "Chango" Casanova, Young Tommy, Canto Robleto y Rodolfo Teglia, por lo que la prensa especializada lo catalogó como el mejor peso gallo del planeta. Lo lamentable fue que cuando finalmente le llegó la oportunidad de pelear por la corona del orbe, se la dieron en peso pluma y el estadounidense Freddie Miller le hizo ver su suerte venciéndolo por decisión en diez rounds.


Aprovechando la afluencia de mexicanos en California, Tom Gallery, promotor del Olympic Auditorium, armó grandes peleas entre pugilistas filipinos y aztecas y era común ver en el recinto entradas que oscilaban entre los 4 mil y 5 mil espectadores.


En la Arena Nacional de Distrito Federal, México, también se hizo costumbre observar a los mejores exponentes mexicanos batirse ante tagalos en emotivas batallas que provocaban la algarabía del respetable.


El 30 de septiembre de 1933 ante un lleno en la Arena Nacional, Joe Conde despachó por decisión unánime en diez rounds al filipino Clever Sison, quien dos de meses antes en Sacramento había derrotado con cierta facilidad a "Baby" Arizmendi.


Una semana después en un combate entre el "Chango" Casanova y Young Tommy, tuvieron que intervenir la policía y los bomberos para desalojar a una multitud que no había alcanzado boleto y que intentaba tirar las puertas para poder entrar a la arena. Casanova noqueó a Tommy en cinco rounds.


Estos boxeadores se batieron una y otra vez en diferentes cuadriláteros de California y México, en combates que sin lugar a dudas fueron el parteaguas de la histórica rivalidad entre México y Filipinas.


El 13 de julio de 1934 Gene Espinosa disputó sin éxito el título mundial pluma a Freddie Miller; el 16 de septiembre 1935 Small Montana capturó la faja mundial mosca que reconocía el Estado de Nueva York al vencer al estadounidense Midget Wolgast; en menos de cinco meses, en un periodo que comprendió de diciembre de 1935 a mayo del 1936, Cris Pineda venció a domicilio a los mexicanos Joe Conde y Juan Zurita, este último se convertiría en campeón del mundo años más tarde; En 1940 Little Dado se apoderó de una correa mundial de peso mosca que solo era reconocida por el Estado de California y en 1941 se adjudicó la de la Asociación Norteamericana de Boxeo (NBA, por sus siglas en inglés).


Durante los años 30's, Ceferino García se erigió como el terror de los pugilistas que militaban en peso welter y que llegaban al Estado de California a probar suerte, pero fue hasta 1936 cuando invadió los escenarios neoyorkinos y tres años más tarde conquistó la corona mundial de peso medio.


La generación de boxeadores filipinos que triunfaron en Estados Unidos a partir de 1930 como Ignacio Fernández, Gene Espinoza, Cris Pineda, Clever Sison, Speedy Dado, Young Tommy, Small Montana, Little Dado, Ceferino García, entre otros, con el tiempo fue reconocida como "El Olimpo Tagalo".


A pesar de que décadas más tarde surgieron figuras más dominantes como Gabriel "Flash" Elorde y Manny "Pacman" Pacquiao y que gracias a ellos los púgiles filipinos se volvieron a poner de moda, esas generaciones jamás se podrán comparar con la que se gestó tras la exitosa campaña de Pancho Villa en la unión americana y que liderada por el creador del "Bolo Punch" Ceferino García, ayudó a fincar las bases para que California se convirtiera en una de las regiones más prolíferas del boxeo mundial.


En la actualidad, el grueso de los cubanos que desertaron del Régimen Castrista y que compiten en el boxeo de paga, residen en el Estado de Florida, una región que a partir de la mitad del siglo pasado vivió por varias décadas un notable refuego gracias a la incansable actividad de los hermanos Chris y Angelo Dundee.


Tal vez las promotoras que organizan funciones que se transmiten por televisión y que tienen su base de operaciones en Florida, como All Star Boxing, Caribe Promotions, Iron Mike Productions, Dream Team Boxing Promotions y Warriors Boxing Promotions, puedan conseguir el apoyo de estos seis campeones mundiales, proponerse superar lo ocurrido en la época de oro de los Dundee y convertir la región en algo similar a lo que los filipinos ayudaron a crear en 30's en California.


Tienen una gran ventaja, Florida está plagada de cubanos y de otros residentes provenientes de paises como República Dominicana, Venezuela y Puerto Rico, los cuales cuentan con boxeadores de primera calidad a los que podrían emparejar con los antillanos.


Pudiera ser que aún no se haya manifestado esa figura que logre inspirar a los millones de fanáticos que siguen al boxeo en Estados Unidos, esa figura que empiece a mover a las masas como lo hicieron en su momento Pancho Villa y Ceferino García y que regrese a Florida ese fuego que se perdió con la partida de Chris Dundee.


Con Yuriorkis "El Ciclón" Gamboa pudo ocurrir algo, pues su excitante estilo de pelea despierta mucha admiración en la afición. Sin embargo, sus malas decisiones y la inactividad que arrastra consigo han provocado que su carrera se encuentre estancada.


Algo similar pasa con Guillermo "El Chacal" Rigondeaux, quien al negarse a entrar al golpe por golpe en sus combates y preferir ejecutar lo que mejor sabe hacer, que es el boxeo de alta escuela, se ha ganado la animadversión de muchos fanáticos que disfrutan ver correr sangre sobre el ring y que lamentablemente son mayoría.


Con la renuncia del ucraniano Vitali Klitschko a la faja mundial pesada del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) se abrió la posibilidad para que muchos pugilistas talentosos que militan en la división de peso completo y que por un largo tiempo han padecido el yugo impuesto por Vitali y su hermano menor Wladimir, puedan explotar todo su potencial en peleas titulares. Entre ellos se encuentra Mike Pérez, quien curiosamente es promovido por K2 Promotions, empresa que pertenece a los hermanos Klitschko.


Sería factible para Pérez, ya que al estar posesionado como quinto clasificado mundial en el ranking del CMB, con el apoyo de los Klitschko podría en este mismo 2014 coronarse como el séptimo campeón y por qué no, comenzar a hacer campaña en los diferentes escenarios de Florida, en donde se encuentra casi la totalidad de los aficionados cubanos y de una vez por todas liderar desde la máxima división del boxeo a un movimiento que convoque a las masas a las arenas.


El empuje que está recibiendo de HBO y K2 Promotions es respaldado por un gran talento y quizá como hizo en el pasado Ceferino García, tome el estandarte que le quedó grande a Yuriorkis Gamboa y conduzca a esta generación de peleadores hacia lo que pudiera llegar a conocerse como "El Olimpo Cubano".

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